Magdi Tantawi escribe: Egipto… el último bastión en tiempos de incendio

En un mundo cada vez más incendiado, potencias mayores como Estados Unidos se mueven con políticas cuyo único objetivo es retrasar su caída, aunque el precio sea arrastrar a todos a guerras interminables.

El Medio Oriente vuelve a estar en el corazón del fuego y los roles se reescriben, pero esta vez parece que el objetivo no son solo los adversarios… también los aliados.

En medio de todo esto, Egipto se mantiene sola como el último muro frente a un caos deliberado. Su ejército no libra guerras inútiles, sino que sostiene el control de la estabilidad en una región que camina hacia el precipicio.

La perniciosa confusión entre el gobierno y el ejército

Sí, hay errores en la actuación gubernamental; sí, la situación económica presiona a todos.

Pero lo que hoy ocurre, con intentos dirigidos a golpear la confianza en el ejército egipcio, no es una crítica inocente sino una demolición sistemática de las instituciones más importantes de la patria.

Quieren derribar la última columna para facilitar luego el desmantelamiento del Estado pieza por pieza, como ha ocurrido en otros lugares.

Ni abandono ni neutralidad

Podremos discrepar en las políticas, pero no equiparamos a quien gestionó una situación interna difícil… con quien paga con su vida en las fronteras de la patria.

El ejército egipcio no está por encima de la crítica, pero sí por encima del ataque barato.

No es aceptable que la ira por la realidad se convierta en una bala en la espalda de la patria.

En tiempos de llamas debemos saber quién es nuestro enemigo y quién nuestro bastión…

Y Egipto, pese a todo, sigue luchando para mantenerse en pie.

Estemos con ella… no contra ella.