Las conquistas islámicas: entre la realidad histórica y la legislación coránica
Con frecuencia se utiliza el
término “conquistas islámicas” en el discurso religioso e histórico como un
orgullo para la Ummah, pero al revisar este concepto desde una perspectiva
coránica y legislativa, se evidencia que estas “conquistas”, según registran
las crónicas históricas, plantean numerosas problemáticas morales y religiosas
que requieren una reevaluación a la luz de los textos del Corán y del espíritu
del Islam.
El islam es una religión de
libertad, basada en la convicción y en la elección del ser humano, no en la
coacción. El Corán, constitución de los musulmanes, establece claramente la
libertad de creencia y elección religiosa. Se han revelado numerosos versículos
que fundamentan este principio esencial en el Islam:
Versículos
coránicos que confirman la libertad de creencia:
“Y si vuestro Señor hubiese querido, todos los que están en la tierra
habrían creído. ¿Acaso puedes forzar a la gente para que crea?” (Sura Yunus 99)
“Di: 'La verdad es [lo que
viene] de vuestro Señor; quien quiera que crea, y quien quiera que no crea.'”
(Sura Al‑Kahf 29)
“Solo tú eres quien advierte:
tú simplemente eres un recordatorio; no tienes poder sobre ellos.” (Sura Al‑Ghashiyah 21‑22)
“Y si Allah hubiera querido,
no habrían cometido la asociación [shirk], y no te mantendríamos sobre ellos
como guardián, ni tú serías su protector.” (Sura Al‑An‘âm 107)
“Invita al camino de tu Señor
con sabiduría y buena exhortación, y discute con ellos de la mejor manera
posible.” (Sura An‑Nahl 125)
“No hay coacción en la
religión; ya se ha distinguido claramente el camino recto del extravío.” (Sura
Al‑Baqarah 256)
Todos estos versículos
muestran que la invitación al Islam debe realizarse con suavidad y sabiduría,
no con la fuerza o la espada, y que la guía pertenece únicamente a Allah, no a
los predicadores ni a los gobernantes.
Desvío de la
legislación divina
Las campañas militares y
expansiones que ocurrieron tras la muerte del Profeta bajo el título de
“conquistas islámicas” no tienen justificación en un texto coránico explícito.
Más bien representan un alejamiento del método divino, que no autoriza la agresión
ni impone el Islam por la fuerza.
En muchos casos, esas
‘conquistas’ se transformaron en ocupaciones, saqueos, derramamiento de sangre,
y se cometieron crímenes atroces contra inocentes: mujeres, niños y ancianos.
¿Con qué derecho se derrocó al Imperio Persa? ¿Con qué justificación se ocuparon
territorios como Sicilia o Bizancio? Muchas de esas guerras no tenían un
objetivo espiritual sino que eran extensión de hábitos preislámicos de
conquista y codicia, revestidos falsamente de motivos religiosos, apoyados en
narraciones inexistentes o débiles que contradicen el Corán y distorsionan la
imagen del Islam.
Invitación a revisar la
historia y restituir la dignidad del Corán
Reconocer estos errores
históricos no es un reproche al Islam, sino un llamado sincero a regresar al
método coránico puro, liberando la religión de las manchas de política y poder
que la han distorsionado a lo largo del tiempo. Allah ha ennoblecido al ser
humano en Su Libro sagrado:
“Y ciertamente les hemos
honrado a los hijos de Adán, los hemos transportado por tierra y mar, les hemos
provisto de sustento, y les hemos preferido sobre muchos de los que creamos.”
(Sura Al‑Isrâ’ 70)
Dios ordena la cooperación en
el bien y la justicia, no en la opresión y la agresión:
“Y cooperad en el bien y la
piedad; pero no cooperéis en el pecado y la transgresión.” (Sura Al‑Mâ’idah 2)
Llamado a una
reactivación ética
Ha llegado el momento de
dejar claro que muchas de las “conquistas” militares no representan el
verdadero espíritu del Islam, y han distorsionado su imagen a nivel mundial,
colocando a los musulmanes en una posición histórica y moral cuestionable. Es
necesario reconciliarse con nuestra conciencia, documentar las narrativas
falsas, reconocer el desvío de la legislación divina, y presentar al mundo el
Islam tal como lo reveló Allah: una religión de libertad, misericordia,
justicia, paz y respeto a los derechos humanos.
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